La vitamina D, aunque se denomine como una vitamina, realmente es una hormona. Su principal función es la de regular los minerales de calcio y fósforo que se encuentran en el organismo. Por ello, juega un papel importantísimo a la hora de mantener la correcta estructura de nuestros huesos.
Podemos obtener suficiente vitamina B de una manera fácil, sencilla y segura a través de la exposición al sol. Basta con descubrirnos las manos, la cara, los brazos y las piernas durante unos minutos diarios para obtener la suficiente vitamina necesaria.
Una semana de exposición puede ser suficiente para compensar otras siete semanas sin hacerlo. La grasa corporal, tiende a acumularlo y almacenarla, para su liberación cuando sea necesario. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que en invierno, es posible que nuestras reservas acaben agotándose.
Nuestros estilos de vida y las condiciones laborales actuales, no permiten que la mayoría de personas puedan establecer una correcta exposición solar diaria que satisfaga las necesidades.
El déficit de vitamina D es mucho más corriente de lo que podríamos pensar. Especialmente en personas que viven en zonas alejadas del Ecuador, con pocas horas de luz solar.
Las personas de edad avanzada también tienen un mayor riesgo de deficiencia de vitamina D. Tienen menos receptores solares en su piel, por lo que no llegan a sintetizar tanta vitamina como las personas más jóvenes.
A partir de los 65 años, hasta el 40% de los ancianos, aunque vivan en zonas soleadas tienen riesgo de déficit de vitamina D, con el consiguiente aumento de sufrir riesgo de fractura.
Los suplementos de vitamina D, por tanto son especialmente necesarios para las personas que viven en latitudes septentrionales, para los ancianos, pero también para las personas de piel oscura, que necesitan mucho mayor exposición solar para tener la misma cantidad de vitamina. Consulte con su médico, si considera que usted puede pertenecer a alguno de estos grupos poblacionales en riesgo de déficit.
Propiedades y beneficios de la vitamina D:
La suplementación con vitamina D se considera efectiva para tratar algunas de las siguientes patologías:
Bajos niveles de fosfato en sangre
Bajos niveles de calcio en sangre por causas de la tiroides
Osteomalacia
Psoriasis
Raquitismo
Pérdida ósea en personas que se médica con corticosteroides
Caries
Insuficiencia cardiaca
Esclerosis múltiple
Infecciones respiratorias